domingo, 15 de febrero de 2015

Sin Valentín, ni Agustín, ni Martín, ni...

Otro San Valentín que me toca pasar sola.
No es que si estuviera en pareja lo celebraría. De hecho, me parece una fecha bastante patética, donde ellas se ilusionan con recibir un enorme ramo de rosas rojo rubí acompañado de un desayuno sorpresa del que podrán alardear en la oficina, mientras ellos se pelean en un semáforo por la última rosa chamuscada por el sol intentando obtener una noche de buen sexo en lugar de una lista interminable de recriminaciones.
Pero, patética y todo, es una fecha que sirve para marcarnos a los solos lo solos que estamos y las bajísimas chances de que eso se vaya a revertir a corto plazo.
Cupido me sigue ignorando, y yo sigo sin entender por qué.

2 comentarios:

Sil dijo...

Por suerte este año San Valentín me pasó como si fuera un día más, será que estoy tan acostumbrada a estar sola y a pensar que voy a seguir así que ya nada me afecta.

Un Poco Rara dijo...

Es una fecha que generalmente me pasa de largo, pero este año me pegó un cachín.